¿Su tanque está lleno?

Sabemos que todos los vehículos tienen un tanque de combustible con una capacidad que le permite recorrer cierta distancia. Cuando el viaje es largo se prevé que el combustible alcance y ante la duda se carga antes de partir.

En nuestro caminar con Cristo también usamos el tanque de combustible espiritual propio que es mucho más importante que el del vehículo.

Así como los vehículos no viajan eternamente con un solo tanque lleno, nosotros tampoco podemos seguir a Cristo sólo con las intenciones o cuando nos acordamos, caminar diariamente con Dios nos obliga a llenar nuestro tanque, a estar atentos en no quedarnos vacíos sin poder seguir adelante.

Nuestro surtidor del combustible espiritual se llama Biblia y nadie puede andar y andar hablando de Dios si no abre la Biblia, si no carga su corazón, su mente, su cuerpo, su espíritu y su alma del único combustible que Dios nos da, Su Palabra.

Decidir por el camino de Dios requiere su tanque lleno todos los días.

Nuevamente podemos elegir, avanzar confiados o quedarnos al costado del camino.

Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. (S. Juan 6:35, 37 RVR1960)

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